Glimmers

Abrí la galletera de mi abuela y no encontré galletas, pero sí miles de hilos y botones que me recuerdan a ella. Desperté y lo primero que vi fueron las orejitas y nariz rosada de Mila a mi lado. Me sentí tranquila, pero me recosté sobre el hombro de mamá. Quiero vivir siempre en los momentos de la vida que aunque  parecen pequeños, pero son todo para mí.